salto pasiego

Los pasados 4 y 5 de septiembre se celebró la 18º edición de la fiesta del Orgullu pasiegu en San Roque de Riomiera. Esta localidad, junto a Vega de Pas y San Pedro del Romeral, forman las conocidas como «tres villas pasiegas».

La fiesta es una celebración de la vida pasiega, de sus tradiciones y costumbres más arraigadas. Porque si los valles son tan diferentes al resto, habrá que sentir orgullo y festejarlo, ¿no?

El Orgullo pasiegu se repite desde hace diez años, reuniendo a vecinos y visitantes de toda la región. La gente joven se viste con los trajes regionales y se pasean con la música de piteros y panderetas. Uno de los objetivos de estas fiestas es poner en valor tradiciones olvidadas. Por eso se practican juegos tradicionales y se celebran encuentros deportivos muy peculiares. Sí, hay deportes típicamente pasiegos, ¿no los conoces? Te contamos sobre ellos:

Mudar el palo, el bolo y el salto pasiego

El conocido como palo pasiego es tan típico de estas tierras que se ha considerado un Bien de Interés Etnográfico. En origen, esta vara de avellano de casi dos metros, flexible pero resistente, se empleaba para moverse por los valles, saltar arroyos, muros y avanzar entre fincas. Con el tiempo ha caído en desuso, por eso se quiere recuperar en forma de distintas modalidades de competición deportiva. Así, el salto pasiego, andar el palo, mudar el palo y jugar a rayar son algunos de los juegos con los que los mozos pasiegos demuestran en distintos concursos su habilidad, coordinación y fuerza. Fueron catalogados en 1946, y cada uno tiene sus peculiaridades.

En el salto, el mozo agarra el palo como si fuera una pértiga. Arranca la carrera y clava el palo en una marca. Gana quien consiga avanzar más con el salto. Otra modalidad es andar con el palo, que exige mucha destreza en su manejo. El mozo se sube al palo, que permanece en vertical, y avanza agarrado a él dando pequeños saltos. Verlo es muy llamativo.

Mudar el palo se parece al salto pasiego, pero durante la ejecución se pone el palo casi en vertical y se tira del cuerpo hacia arriba, para avanzar con él realizando el mayor número de «mudas» posibles.

Por su parte, rayar con el palo es un juego que consiste en marcar una raya en el suelo, tras la que se coloca el mozo con los pies juntos. Coloca en el suelo un palo, que no debe mover, solo utilizar para apoyarse para ir bajando y poner, poco a poco, su cuerpo en horizontal con el suelo. Entonces estira el brazo y deja una moneda en el suelo, que deberá ir empujando.

Para entenderlo, lo mejor es ver a los mozos en acción, por ejemplo en este vídeo del Orgullu pasiegu del 2011:

El bolo pasiego es otro juego típico en el que la habilidad, la puntería y la fuerza son protagonistas. Hay que derribar los bolos de madera lanzando contra ellos la bola, y conseguir enviarlos lo más lejos posible. Hay variaciones y distintas normas según la zona. Para saber cómo se practica en la Pasieguería, no te pierdas este documental:

Una fiesta para celebrar el encanto de lo rural

Además de disfrutar de estas prácticas tradicionales, durante el Orgullo pasiego se come, claro, y se come muy bien. No podía ser de otro modo en una tierra en la que las carnes son de tanta calidad y hay productos lácteos tan valorados dentro y fuera de Cantabria como los quesucos, los sobaos o la quesada.

En la fiesta tampoco pueden faltar los concursos de ordeño y de relinchos, así como las canciones montañesas y la verbena. La jornada acaba con una chocolatada, el punto final a una comilona que empezó con pinchos y una gran chorizada.

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