No hace falta que lo diga ningún estudio científico, pero si además existe y es reciente poco más podemos añadir. Disfrutar de la naturaleza trae enormes beneficios a nuestra salud mental. Mitiga la ansiedad, la depresión, reduce los pensamientos negativos y lo que se denomina «rumiación», que no es otra cosa que darle vueltas a lo mismo de forma obsesiva o en bucle. De hecho, esto último se limita mucho con un simple paseo por un entorno natural, algo que no ocurre en la ciudad.
Así que, por tu bien y el de las personas que te rodean, regálate con regularidad una experiencia de turismo rural. Y, ¿qué mejor mejor manera de oxigenarte tras el confinamiento en casa que una escapada a los valles pasiegos? Seguro que tu médico de cabecera te la recetaría si pudiese.
Un chute de optimismo y buenas vibraciones
Desconectar de la tecnología y reducir al mínimo las distracciones no solo rebaja el estrés: nos permite aumentar la capacidad de resolver problemas de manera creativa. Sin mil señales auditivas y visuales que nos aturdan, afrontaremos la realidad de otra forma, con nuestras funciones cognitivas al 100%. ¿Sientes agobio con frecuencia y te cuesta encontrar el foco? Una escapada rural a la montaña cántabra te reseteará la mente.
Solo con planear una salida a la naturaleza sentimos bienestar. Cambiar de escenario unos días siempre resulta positivo, y hacerlo en un entorno natural con senderos llenos de calma, montañas majestuosas y bosques silenciosos es un plus. Basta con disfrutar de la sombra de un árbol para entender su importancia y también nuestra pequeñez. La naturaleza, sin duda, es también una cura de humildad.
Ya hablamos en una ocasión de los efectos terapéuticos de los baños de bosque. Pero recorrer caminos sin más intención que disfrutar de los sonidos, olores y mil y una sensaciones que nos brinda el recorrido también ayuda a curar nuestro ánimo. Igual que subir montañas y dejarnos llevar por el asombro de los paisajes y la calma tras el esfuerzo.
En los valles en los que se encuentran nuestras cabañas de madera tenemos todas las opciones, con rutas de senderismo adaptadas a todos los niveles. Discurren por las espesuras de las riberas y los bosques más frondosos, para conducirte a los picos más altos de las montañas pasiegas. Y, todo, sin prisa. Caminar por la montaña requiere calma, para disfrutar pausadamente de los paisajes, los colores, los olores…
Tras estas semanas de obligado encierro, hace falta más que nunca mirar lejos, llenar los pulmones de oxígeno y liberar la mente. Dar una buena caminata fuera de la ciudad pero con todas las comodidades es un muy buen plan para celebrar la vuelta a la normalidad. Por eso, te esperamos para cuando esto acabe en Cabañas con Encanto, en el corazón mismo de los valles pasiegos.