¿Te gusta la geología? ¿Y la litología? Los valles pasiegos son un lugar muy interesante para conocer una orografía compleja, de una gran variedad litológica, que ha sido modelada por la mano del ser humano desde hace 500 años hasta convertirse en lo que vemos ahora. Porque, sin duda, nada sería igual sin la actividad de tantas familias de pastores que ha discurrido entre los valles y la montaña, viviendo de cabaña en cabaña.

Un relieve agreste para unos paisajes únicos

Como curiosidad, en esta zona no hablamos de alta montaña propiamente; únicamente el macizo de Valnera cumpliría con la altura mínima. Es más, no encontramos bosques a 1.200 metros de altitud, porque los pastores han explotado los pastos de altura durante siglos.

Así, los valles y los fondos de los valles es lo más característico del relieve de la Pasieguería. Son amplios, y recogen las poblaciones ordenadas en función del río, que es el que diseña el relieve. De este modo, en los tramos más altos del río Pas y del Pisueña, el agua hace su trabajo sobre arcillas y areniscas del Cretácico inferior, conformando cabeceras torrenciales que se unen en un área llana, en donde se encuentran Selaya y Vega de Pas.

Más curiosidades sobre los valles pasiegos:  ¿sabías que la zona del alto Miera es completamente diferente? Su origen está en un glaciar de tipo alpino. El resultado es un entorno muy peculiar, único en Europa por su baja altitud, con morrenas por debajo de los 600 metros. El hielo se retiró de esta zona hace unos 18.000-12.000 años. En ese momento la actividad fluvial empezó a modelar el relieve, erosionándolo hasta hoy. El fenómeno kárstico tiene como resultado paisajes llenos de carácter, con un relieve agreste y espectacular. Desde luego, una de las grandes razones para planear ya tu escapada rural a los valles pasiegos y olvidarte por unos días de la rutina.

¿Y qué hay de los interfluvios y las laderas que separan las cuencas de los ríos? Es el espacio que las familias de pastores han usado tradicionalmente durante las épocas más cálidas. Se trata, sobre todo en las últimas décadas, de rebaños conformados por ovejas o vacas para carne. Así, en estos espacios de media montaña, alejados de las zonas frías, se encuentran los pastizales en los que el ganado se acomoda en el verano. Aquí también se ven muchas cabañas pasiegas, y es donde en los siglos XVI se comenzaron a elaborar los primeros cerramientos de prados, como los que tenemos en Cabañas con Encanto. Porque si nos visitas puedes disfrutar de tu propio prado, soltar a tu perro con total tranquilidad y disfrutar unos días la auténtica vida pasiega.

Si te gusta observar e investigar todo lo que te rodea, en los valles pasiegos encontrarás horas de entretenimiento y desconexión. Reserva ya tu cabaña de madera y piedra, rehabilitada con mucho cariño y respeto por la tradición. Encontrarás todo lo que necesitas para pasar unos días inolvidables en soledad, en pareja, con amigos o en familia. ¡Te esperamos!

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