Los valles pasiegos tienen un clima frío y húmedo. Pero no te preocupes, en nuestras cabañas de madera se está muy calentito. Por eso cualquier momento del año es bueno para una escapada rural en el interior de Cantabria. Ya te contamos en otro post el ambiente tan especial que se crea al encender el fuego. Hoy te explicamos cómo puedes disfrutar de uno de los puntos fuertes de las Cabañas con Encanto: la chimenea.
Trucos para encender la chimenea
En todas las Cabañas con Encanto hay una, con madera siempre a punto. Es muy fácil manejarla con seguridad, solo tienes que tener en cuenta algunos consejos para encender el fuego. Hay muchas formas de hacerlo, pero te contamos una de las más sencillas por si es tu primera vez.
¿Qué necesitas?
Elige los leños más grandes y gruesos de entre los que encontrarás al lado de la chimenea. También encontrarás piñas y palitos, así como pastillas de encendido y cerillas. Un poco de papel, y listo, ya tienes todos los ingredientes para encender la chimenea de tu cabaña.
Cómo encender la chimenea en 4 fáciles pasos
La zona de alrededor debe estar despejada de objetos y cosas que puedan prender. Revisado esto, empieza lo bueno:
- Prepara la base del fuego con combustible para un encendido rápido. ¿Cómo? Pues con esas astillas, palitos, piñas, papel y pastillas que tendrás a mano. Es importante dejar hueco para que la llama no se ahogue; necesita suficiente oxígeno para no apagarse.
- Enciende el fuego: es el turno del mechero o las cerillas. Comprueba que no hay nada abierto ni corrientes de aire y prende el material anterior por distintos puntos. Si ves que se extingue, aviva la llama soplando o con el fuelle, y echa algún palito más. Las piñas son muy útiles para esto: puedes meter dentro trozos de pastilla de encendido, envolverlas con un papel y ya prenderlas. No te frustres si el fuego se apaga, las brasas te servirán para empezar de nuevo con más facilidad.
- Vigila el aire: mantén los respiraderos abiertos (la manivela que hay en el tubo de la chimenea en posición vertical) para que arda mejor y también de forma más segura. Es importante dejar en el montón de leña un hueco para que entre el aire y ayude a que prenda.
- Echa los troncos más gruesos: no basta con colocarlos sobre el fuego, hay que asegurarse de que prenden. Ponlos con espacios entre sí, para que circule el oxígeno. Formar una especie de pirámide es la forma más fácil de conseguirlo.
Con un par de troncos o tres bastará para arrancar el fuego y que dure una hora más o menos. Los pondremos en medio de esa «montaña» de palos, astillas y piñas con las que hemos comenzado. Si notas que se han consumido por un lado, gíralos antes de que se apaguen. Ve añadiendo troncos a medida que la leña anterior se convierta en brasas y así disfrutarás de una temperatura agradable en tu cabaña. La estancia se iluminará de una forma muy cálida y especial.
Solo te pedimos que prestes atención al fuego y haya siempre una persona vigilándolo. Y no olvides que la puerta de la chimenea debe estar siempre cerrada. Eso sí, manipúlala con precaución porque estará muy caliente y podrías quemarte, igual que con la chapa o con el tubo. Antes de ir a la cama, asegúrate de que el fuego ha quedado bien apagado; así dormirás con tranquilidad.
¿Te animas a disfrutar de nuestras cabañas con chimenea en Cantabria? Esperamos tu reserva, solo tienes que hacer clic y elegir las fechas. Y, si cuando llegues necesitas ayuda con el fuego, avisa a nuestro equipo.
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