Playa de Loredo

El verano del 2020 va a ser de los más raros que recordemos. Si no te gustan las certezas y eres de improvisar, estarás en tu salsa. Pero de lo que no hay duda es que nuestra forma de viajar y de pasar las vacaciones tiene que cambiar, al menos de momento. Toca replantear el turismo tras el confinamiento y con el virus aún circulando. Así, los destinos rurales son la mejor alternativa a las clásicas opciones de sol y playa en entornos masificados. Pero ojo, no hay que renunciar a nada, solo disfrutarlo de una manera diferente.

Con una escapada rural a Cantabria podrás vivir los planes más variados. Lo tenemos claro: esta comunidad es tan rica que convencerá a quienes prefieran montaña y baños en pozas, o a los amantes del surf, o a los aficionados al senderismo y el turismo activo, o a quienes pongan la gastronomía por encima de todo.

Pero, ¿qué hay de las escapadas en familia a la playa? Ahora mismo, y seguro que en bastante tiempo, es impensable volver a esas playas repletas de gente, con toallas pegadas y cientos de sombrillas. En la costa cántabra nunca ha habido que hacer un sprint para conseguir hueco en la arena. Por eso, en estos tiempos en los que guardar la distancia es esencial, te animamos a darte un respiro de la ciudad y descansar en el norte.

La normativa en las playas de Cantabria

Como en todo en estos meses, lo que más tenemos que aplicar es el sentido común. La distancia mínima de seguridad en las playas es la misma que en cualquier otro lugar, de 1,5 a 2 metros. La higiene de manos también es imprescindible, siempre con agua  y jabón; y los grupos de personas serán de máximo 25, en el caso de que no sean convivientes. Se puede realizar todas las  prácticas deportivas o de ocio, pero siempre de forma individual y evitando el contacto físico. Si hay duchas en las playas que visites, ten en cuenta que el uso será de una persona cada vez.

Playa de Langre

Las playas cántabras, entornos seguros que construimos entre todos

Pero no solo nos tenemos que proteger del coronavirus. Después de tantas semanas de encierro, no hemos podido adaptarnos gradualmente al sol como cada primavera. Por eso hay que prestar especial atención este año a proteger la piel, sobre todo en el caso de los más pequeños.

Elige siempre un mínimo de factor 30, para los niños mejor si es 50, y aplícalo al menos media hora antes de la exposición. Renuévalo cada dos horas y ponte también en la piel cubierta por la mascarilla. Evita el gel hidroalcohólico; los expertos advierten de que su uso no está nada recomendado en caso de tomar el sol, porque puede provocar quemaduras. Mejor, jabón.

Con estas pautas a tener en cuenta solo tienes que conducir 50 minutos desde Cabañas con Encanto para dejar atrás los valles pasiegos y llegar a las excepcionales playas cántabras. Loredo, Somo, Los tranquilos, Langre, Galizano… Son playas extensas en las que mantener la distancia te resultará muy sencillo. Complementa este plan de playa familiar con una visita a los los acantilados de Loredo o de Cabo Quintrés, o a la cueva de Cucabrera, todo a muy poca distancia entre sí. Por ejemplo, con esta ruta de unos 4 km desde la playa de Galizano a la cueva. Y, a la vuelta, podréis descansar en una cabaña de madera con todas las comodidades, en un entorno verde con una temperatura suave. No hay por qué elegir playa o montaña. ¡Reserva ya tu Cabaña con Encanto, y lo tendrás todo!

 

 

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