El otoño es una época genial para visitar los valles pasiegos. Ya puedes disfrutar de la chimenea de tu cabaña o de largos y terapéuticos paseos por los bosques cercanos. Además, durante esas caminatas podrás hacerte con uno de los manjares más preciados de esta temporada: las setas. Si bien la zona sur de Cantabria es la que tiene más variedad y riqueza micológica, en los valles pasiegos se pueden encontrar especies muy preciadas en la cocina.

Las pautas para una recolección respetuosa

La recogida debe ser hecha con el mayor mimo posible, respetando siempre el entorno. Lo mejor es ir sin prisa para disfrutar de la naturaleza, que forma parte de lo atractivo de esta actividad. Aquí te dejamos algunos consejos básicos para cuando te animes a abandonar tu cabaña y te adentres en los bosques pasiegos:

  • Elige las zonas del monte orientadas al norte, porque es en la tierra más húmeda donde proliferan las setas.
  • Lleva una cesta en lugar de bolsas de plástico, así contribuirás a que se diseminen las esporas mientras caminas, además de favorecer su conservación.
  • Corta el pie, no arranques de raíz con la mano, porque puedes estropear el micelio y evitar que crezca el hongo de nuevo.
  • Lo mejor, según la gente entendida, es limpiar las setas en el propio monte.
  • Descárgate alguna app para identificarlas. Está la clásica Boletus (para Android y iPhone) o Fungipedia, con la información de la asociación micológica de mismo nombre, pero hay muchas más.

Pero, lo mejor de recoger setas es cocinarlas y saborearlas después. Eso sí, tienes que pararte a pensar muy bien porque, aunque hay pocas especies que sean venenosas, puedes toparte con alguna. Lo más recomendable es elegir siempre aquellas que reconoces sin ninguna duda. Si no tienes un gran conocimiento sobre este mundo, dedícale tiempo a la identificación: si tiene o no anillo, cómo es la parte inferior del sombrero… una lupa puede ser de mucha ayuda.

¿Qué setas podemos encontrar en los valles pasiegos?

En Cantabria hay miles de especies, muy pocas venenosas y algunas que no aportan mucho culinariamente. Pero el resto, son un auténtico lujo con el que te puedes hacer en tus paseos, o bien disfrutar en los restaurantes cercanos. Las zonas protegidas en torno a las cuencas de los ríos Pas, Pisueña, Miera y Magdalena son los mejores escenarios para encontrar setas en otoño en los valles pasiegos.

Tal y como está organizado el territorio por esta zona, no es el escenario ideal para las setas, entre prados y terrenos abonados. Pero en los bosques pasiegos y en las riberas de los ríos proliferan especies muy interesantes. Los pies de las hayas, castaños, pinares y las zonas de bosques de ribera son lugares a recorrer cesta y navaja en mano.

El exquisito boletus edulis, la deliciosa galipierna y el higróforo rojo, también muy preciado, son algunas de las setas que puedes localizar. Entre ellas también hay múltiples especies de amanitas, como la amanita citrina. Y, si tienes suerte, encontrarás corros de brujas en algún prado o pastizal, con setas como la pardilla.

Cuando llegues a tu cabaña extiende todo lo que has recolectado sobre la mesa y clasifica según variedades, eliminando aquellas que te despierten dudas. Quita con delicadeza los restos de tierra, ramitas y hojas y enciende el fuego. Salteadas, a la parrilla y, en ocasiones, crudas, las setas son una auténtica delicia. ¿Te animas a visitarnos y vivir una experiencia completa en Cabañas con Encanto? Reserva online ya.

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